Anna Casanovas | 2017| Ediciones Urano/Titania | 379 páginas
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En Londres, Adam, un joven compositor, pierde la vista en un accidente y ciego descubre lo vacía que estaba su vida a pesar de contar con el éxito profesional y la que todos consideraban la pareja perfecta. Solo y adaptándose a la ceguera, Adam decide buscar lo mejor de sí mismo, de sus amigos y vivir plenamente. Lo único que teme es componer, hasta que un día el director de la ópera de la ciudad acude a pedirle un favor y semanas más tarde escucha a una chica tocar el piano. Y entonces aprende a ver con el corazón.
En Nashville, Charlotte, una pianista de música country, hace una promesa y lo deja todo para terminar la carrera de música en Inglaterra aunque allí se niega a establecer lazos con nadie pues su paso será solo temporal. Charlotte no quiere sonreírle a sus vecinas, no quiere entablar amistad con sus compañeros de clase ni tocar con ellos en una tintorería abandonada y no quiere que su corazón despierte y descubra el amor de verdad. Y por encima de todo no quiere volver a componer ni a tocar el piano jamás.
Todo
libro de Anna Casanovas debe ser leído por mí. Desde mi primera experiencia con
la serie Little italy he quedado flechada con la autora. Simplemente tiene una
pluma magnifica y de una u otra forma hace que te sumerjas en todas las
historias. Un libro suyo el cual nunca olvidaré será “Herbarium”, aquella
historia me rompió de todas las maneras posibles y me es inevitable no tomarle
un gran cariño cuando sus personajes me tocaron a fondo. Por esta razón, al ver
precisamente que ediciones Urano Colombia traía la partitura como novedad de septiembre, el alma se me cayó a los
pies. Mis ojos brillaron de entusiasmo, pegué saltitos de festejo y mis
lágrimas estuvieron a punto de escapar una vez lo tuve en mis manos. Deseé
iniciarlo lo más pronto posible, asimismo debí abstenerme sabiendo ya sobre una
próxima lectura conjunta que se realizó con la editorial (muchas gracias por el
ejemplar), junto a Poly de Polybooks (Booktuber) y junto a Jenn de Nos gusta
leer (Booktuber). Precisamente anteayer le dijimos adiós a esta bonita y grata
experiencia en donde pudimos hablar un poco del libro, citar nuestras frases
favoritas, dejarnos soltar un poco para así fangirlear en grupo.
No
ahondaré en resumir la novela porque considero que el libro habla muy bien por
sí solo. En cambio, quisiera compartir mi opinión por lo que se ha ganado mi
corazón superficial al momento de verlo por primera vez. Y es que, tiene una
cubierta preciosa. Con un fondo sencillo y un par de manos aferradas la una con
la otra ya te hace una alusión a lo que quizás podrás encontrar en su
contenido. Es sutil, natural, y no se va al extremo. Asimismo, la sinopsis dice
lo necesario sin irse de boca.
No me pertenece. |
Charlotte
se ha ido de su ciudad de estados unidos para terminar sus estudios en Londres.
Ya de por sí conocemos a una protagonista osca, retraída con un único objetivo
que ha sido finalizar la carrera. Está decidida en no volver a tocar un
instrumento, ni siquiera quiere ver uno. De una u otra manera vamos conociendo
las razones de tal reticencia por su parte y podemos romper esas barreras que
la misma Charlotte nos antepone. Sincerándome, una gran cantidad de hojas que
podría resumirse en la mitad del libro me hicieron detestarla. Tras de ella le
seguía una personalidad no solo aislante sino ofensiva, desvergonzada y
malhumorada. Estaba segura qué ante aquella capa tan rezagas debía existir una
razón de su comportamiento, pero me era inevitable tomarle cariño. Con el paso
de los capítulos vemos un considerable cambio. A Charlotte nada le ha salido
como esperaba, cuando creía que el resto de su año universitario estaría tan
aferrada a su soledad no se dio cuenta de poco a poco iba a encontrarse rodeada
de personas cuyo propósito era mantenerla a flote. Adentrarnos en la piel de
Charlotte fue cansino sin duda alguna, te dejaba agotado de encontrarte navegando
en pensamientos lo suficientemente negativos o toscos para dar un considerable
respiro.
"Carlotte no tenía ninguna duda de que estaba completamente ciego, lo había notado en la manera que él tenía de escuchar, prestando completa atención. Estaba ciego y la había visto de verdad."
En
cuanto a Adam. Si bien no ha sido mi personaje favorito de todos los tiempos,
estuve encantada leyendo sus capítulos (aunque aclaro que ninguno narra en
primera persona, todo es en tercera). Pero cada vez la narración se enfocaba en
sus movimientos, en sus pensamientos y sentimientos, me era inevitable contener
una sonrisa. Luego de perder la vista Adam creyó que perdió también la música,
ya no veía o sentía ninguna partitura, ninguna nota llegaba a removerle la
fibra más sensible, hasta escuchar a Charlotte. Adam tampoco es una manzana
caramelizada. En un principio aparenta serenidad, indiferencia, procura
mantener sus sentimientos a raya y dejarles a todos en claro que puede hacer
las cosas por sí mismo a pesar de su ceguera. En el transcurso de la historia
al igual que sucede con Charlotte, podemos ir accediendo a él. No obstante, me
sentí más allegada a su personaje, y ha sido por el hecho de que en ella Adam
encontró ese interruptor que ha estado apagado desde hace ya muchos meses. La
indiferencia de Adam se vuelve necesidad para dejar al chico que una vez
procuraba no desmoronarse o mostrar su trasparencia a un ser increíble, dulce,
profundo y enternecedor. Me encanta la fuerza que su personaje va desarrollando,
como dije antes, no es alguien que me ha marcado, pero resalto muchas
cualidades de nuestro querido Adam.
La
historia de amor entre los dos tampoco me llevó a las nubes en un golpe brutal.
Fue enternecedora, madura e intensa. Los dos ya son maduros, han experimentado
y han hecho un recorrido extenso en su vida llena de experiencias que no
querrán volver a experimentar. Mientras Adam se limitaba a triunfar, vivir
cegado por el talento junto a una novia de los mil demonios, Charlotte convivía
en Nashville con su familia, vivía como si el tiempo fuese corto y necesitara
tantear tanto lo bueno como lo malo de la adolescencia. Cuando estos dos se
encuentran es inevitable no darnos cuenta de la conexión instantánea que se
apodera de todo el libro. Nos estremecemos, soltamos sonrisas y queremos más.
Aun así, no fue suficiente para nublarme la mirada hasta estallarla en un
riachuelo de estrellas. No me encandilé, no me empapé por completo del romance,
aunque me gustara. Lo sentí un tanto crudo, algo frío. Leí varias novelas de la
autora y con cada historia de amor sentía un fogaje interno, sencillamente aquí
no me sucedió.
Anna
Casanovas tiene una peculiaridad y es alternar historias. Podemos conocer a
Adam y Charlotte queriendo descifrar cierta partitura que despierta la
curiosidad en los dos. De este modo la autora nos traslada a otra época, a otro
tiempo donde nos explican cómo surgió aquella obra maestra y quien fue el creador
de tal magnitud. No sé hasta qué punto quisiera ahondar precisamente en esta
segunda entrega, simplemente he de decir que me ha gustado bastante. El
narrador (tampoco diré quién es) nos cuenta su perspectiva de forma adictiva,
sugerente y hechizante. Emplea una narración con diálogos acordes a la época,
lo cual, nos hace adentrarnos más a sus descripciones. Tampoco me ha
embelesado, si bien fue asombrosa tanto esta como la historia de Charlotte y
Adam, sentí una represión al darme que cuenta que, aunque si logró seducirme,
no rebosé de adoración.
"Pero eres mi luz, siento que mi oscuridad tiene luz desde el día que te oí tocar el piano..."
Hay
una variedad de personajes secundarios, algunos te gustarán más y otros
posiblemente menos. Es interesante saber que, aunque el libro enfoque su
atención en los protagonistas del pasado y presente no deje de lado otros
personajes que cobran vital importancia para el desarrollo de las dos. A cada
uno le regala una historia, un momento de protagonismo y nos regala un amplio
panorama no solo de cómo afectan a la vida de los principales sino a su propia
vida. Todo sin duda alguna es gracias a la maravillosa pluma e imaginación de
Anna Casanovas. Cada vez obtenga la oportunidad en mis manos quisiera adentrarme
en sus historias, porque cada una de ellas me transporta una magnitud de
anhelo, adicción y desenfreno. Cada una logra aportarme una fracción de sí que
me alentará a continuar la lectura. La autora usa una escritura pulcra, dócil,
sencilla y amena, lo cual siempre facilitará la lectura.
¡CALIFICACIÓN!
4.3/5
¡Hola!
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar por mi blog.
¡Ya te seguía!
Por si alguien quiere pasarse; http://lacopela.blogspot.com.es/
Un saludo.