Todos los ríos del mundo - Dorit Rabinyan

Dorit Rabinyan | 2014|  Penguin Random House | 280 páginas 

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Cuando Liat Benyamini, una joven israelí que estudia traducción en Nueva York, conoce a Hilmi Nasser, un profesor palestino de árabe, se siente inmediatamente atraída hacia él. La atracción pronto será mutua, y juntos explorarán la ciudad, compartiendo risas y fantasías, recuerdos y momentos de nostalgia.
Sin embargo, la dicha sin límites que el uno despierta en el otro no logra superar la culpa que siente Liat por ocultar la existencia de Hilmi a su familia en Israel y a sus amigos judíos en Nueva York. A medida que se aproxima la fecha de su partida y su amor por Hilmi se vuelve más profundo, Liat deberá decidir si está dispuesta a renunciar a su familia, su comunidad y su sentido de identidad por el amor de un hombre.

He tardado aproximadamente una semana en amoldar mis palabras y en esclarecer mi mente sabiendo que podré escribir esta opinión sin necesidad de soltar lágrimas. Puede ser por el hecho de mi fibra sensible o a causa de cuán profundo me ha llegado esta historia que a simple vista puede parecer sencilla, que tanto las escenas como los diálogos parecen ser simples y cotidianos, sea cuál sea la razón quiero compartirles con el corazón en la mano mi opinión de todos los ríos del mundo, con la esperanza de que puedan darle la oportunidad. Agradezco de primera mano a Ediciones B (ahora Penguin random house) que me ofreció el libro, y a Jarhat, quien me martirizó insistiéndome con suplicas leerlo lo antes posible.

Liat es israelí, pero se ha ido por un par de meses a New York para finalizar sus estudios. Hilmi es árabe y lleva allí en New York un largo tiempo enseñando clases. Cuando Liat se sienta en un café esperando a su mejor amigo luego de un ajetreado y extraño día, repentinamente el destino de ella y Hilmi se entrecruzan haciéndoles vivir una extraordinaria primera experiencia que explota al instante una irresistible química entre los dos. A partir de aquel momento su relación irá cruzando altos y bajos, sobre todo porque el vínculo cultural entre estos dos países no se encuentra en las mejores condiciones. A través de los ojos de Liat conoceremos una crítica social hacia los palestinos y como ellos son vistos no solo por la sociedad de nuestra protagonista sino también alrededor del mundo. Es una historia de amor, por supuesto, dos personas “incapaces” de sostener un futuro juntos, y que además sabrán que su romántica historia en algún punto deberá terminar. Todos los ríos del mundo engloba la amistad, el romance, los prejuicios y lo moral. 

"-Pero, sabes, un día -prosiguió de muy buen ánimo, lo cual no dejó de sorprenderme-, un día será el mar de todos y aprenderemos a nadar juntos" 

Liat ha sido un personaje que si bien no me disgustó en definitiva tampoco fue mi preferido. Al principio sentía cierta reticencia y desapego por su personaje, no me gustó la marea de pensamientos que le atravesaban siempre sobre su relación con Hilmi. Llegué a un punto donde sí bien no compartía su modo de ser o razonar, entendí la razón por la cual ella debía ser así. En Israel a los niños desde pequeños se les educa a nunca socializar con los árabes, suelen prejuzgar, señalar con el dedo cada error de estos, tomarlos como terroristas, etc. Estar en la piel de Liat no fue sencillo ya que una gran parte de ella sentía cierta evasión por su aproximación con Hilmi. Sin embargo, era claro que el corazón escoge sin clasificar y a Liat le fue inevitable no caer bajo los encantos del chico que sin duda se ganó todo mi afecto.

Hilmi por el otro extremo es artista y profesor. Su personaje es sin duda quien balancea la relación para no llevarlo a un extremo de discusiones cada dos por tres. Se deja llevar, es alegre, extrovertido, cariñoso y ha sido en realidad uno de los pocos personajes en la gran mayoría de libros que he leído tan verídico y palpable. La autora nos regala a un Hilmi con defectos y virtudes, nos regala al igual que con Liat sus mejores momentos, pero también sus peores. La autora en definitiva nos habla sin tapujos, regalándonos dos personajes que unidos hacen al libro más próximo al lector. Me ha trastocado de diferentes maneras, y aunque no pueda hablarles de cierta escena en específico, llegados a ese punto se me encoge el corazón por todas aquellas situaciones que él tuvo que atravesar para salir adelante.

El romance que se vive en la novela, aunque a simple vista parezca instantánea o suceda en menos de un chasquido, ha sido necesaria y creíble en todos los aspectos. La importancia del libro, el trasfondo, esa esencia que nos hace a todos los lectores tenerle tanto afecto y adoración es a raíz de cada matiz de su relación. Vemos las dificultades que trae consigo ser de dos mundos totalmente diferentes cuando deben mantener su relación entre ellos sin poder compartirla por completo con sus familiares o amigos. Defender a diestra y siniestra la nacionalidad de uno dificulta también la relación porque Hilmi y Liat piensan tan diferente, que el choque sociocultural no les será nada fácil superar. Quisiera irme de boca hasta ser tan minuciosa con la reseña para hablarles abiertamente, pero sé que quien le dé una oportunidad tendrá que vivirla con una idea mínima para vivir la experiencia al máximo.

"Mis ojos siguen su mano hasta el otro pecho, lo acarician rodeándolo una y otra vez; entreveo manchas de pintura y venas pálidas en el recorrido de su caricia, y una preocupación parpadea dentro de mí, como una luz lejana en la niebla: somos como esos colores, fluyendo juntos, mezclándonos hasta volvernos irreconocibles, verde y amarillo y azul."

Sin duda alguna “todos los ríos del mundo” ha superado mis expectativas. Quizá a mediados del libro se me hizo un poco lento, también fui con pequeñas pausas cuando se introducían de lleno en la política y la historia ya que antes de leer la novela sabía muy poco y tuve que adaptarme a la cultura de nuestros dos protagonistas. No obstante, la novela que consta de pocas páginas y siendo una lectura rápida de devorar me ha hecho vivir millones de emociones difíciles de explicar. He llorado, he abrazado el libro, me he reído y pasé por cada etapa de lector al digerir cada escena junto a sus respectivos diálogos. No es una historia juvenil, pero todos sin importar la edad deberíamos de darle la oportunidad que el libro se merece. Como he dicho antes, parece ser una novela sencilla, cotidiana entre lectura y lectura, pero sin duda alguna es todo lo contrario. El corazón se te encoge, las emociones arrasan contigo y en sus últimas páginas debes sin duda alguna sentarte para convertirte en un ovillo y llorar.

Nunca me cansaré de decirlo, pero es una historia preciosa. A veces tenemos ciertos planes para nuestros futuros, queremos llegar a tal punto y haber logrado nuestras metas. Pero el destino no se rige solo por nuestros deseos, a veces simplemente escoge por nosotros y nos hace meternos de lleno. Liat sabía que lo suyo en New York era temporal, solo por un tiempo y cuando llega Hilmi a su vida, todos sus planes se ponen de cabeza. Con su Hermetismo y el alma libre despreocupada de Hilmi los dos, que a simple vista parecen no encajar, crean un vínculo irrompible pese a las adversidades.

"-Ves, cuando tú hablas hebreo, en cierto modo suena distinto. -En su voz, amortiguada por mis cabellos, noto un deje de melancolía-. Más suave -susurra haciéndome temblar-. Cuando tú lo hablas hasta parece bonito. 

Me pone muy triste que poca gente conozca el libro, sobre todo porque la pluma de la autora te quita el habla. Parece simple y no necesita plasmar el diccionario de inicio a final para llevar una buena narración. Su pluma te estremece, te hace querer seguir leyendo y con el uso adecuado de las palabras convierte la narración de Liat en una adicción. Plasma los sentimientos, los alrededores y pensamientos de tal forma que te golpea fuertemente. Dorit Rabinyan ha creado una novela digna de querer en toda regla. Me da una pena porque sé que muy pocas personas le dan la oportunidad a estos libros cuando todos deberíamos de darle el beneficio de la duda, no solo por mera curiosidad, sino para ampliar todas aquellas enseñanzas en la escuela o universidad o vistas en el noticiero de lo que sabemos muy poco. La autora es israelí, y sí bien el romance es ficticio el trasfondo cultural, social, político e histórico es real.

El final me ha quitado el aliento. Cuando creí que lo peor ya había pasado, que luego de la tormenta vendría la calma la autora me zambulle en un remolino ahogándome en mis propias lágrimas. Tuve que detener la lectura y asimilarlo todo antes de continuar leyendo. Es un final inesperado, un final que no veía venir. A lo largo del libro para casi finalizarlo me hice ciertas ideas, pero nunca aquella. En definitiva, es lo que más me ha dolido, y si bien era necesario o no, fue como un balde de agua cayendo sobre mí. Todos los ríos del mundo será un libro que en definitiva recomendaré a quien me pida aconsejarle en lecturas y quien no también. El libro me ha dejado un sabor amargo y dulzón de tristeza entremezclado con adoración, de melancolía y terneza. Y un libro para aprender, aprender de la vida, de los caminos pedregosos que se nos interpongan, sobre el amor incondicional, ese amor de aceptación que rompe cualquier barrera. 

¡CALIFICACIÓN!

4.5/5