martes, 27 de febrero de 2018

La probabilidad del unicornio - Elena castillo castro

Elena castillo castro | 2017|  Ediciones Urano/Titania| 285 páginas 
★  ★       
Tras la peor noche de su vida Vera Gillis deberá asumir las consecuencias de sus malas decisiones e irse de la cosmopolita Universidad de Fordham (Nueva York) al último rincón perdido de Alabama. Acogida por un viejo matrimonio sureño piensa que contará los días de condena aburrida en un porche blanco bebiendo té dulce y mirando el horizonte más allá de las plantaciones de soja, pero los entrometidos habitantes de Abbeville tienen otros planes para ella y con su particular estilo dirigirán sus pasos hacia el chico de la Standard Oil. Todos en el pueblo conocen a Ben Helms, de una u otra forma todos le deben algo o lo han necesitado alguna vez. Saben que está metido dentro de un laberinto de números y que no encuentra la salida. El mundo siempre ha ido demasiado lento para su mente maravillosa y la vida lo mantiene atrapado en el mismo lugar de tal manera que solo es capaz de escapar cuando mira al cielo. La probabilidad de que los dispares mundos de Vera y Ben colisionaran era baja y la posibilidad de que sus respectivos planes se complicaran al enamorarse era elevada. Sin embargo, él se verá atraído por lo ilógico y ella volverá a arriesgarlo todo una vez más, incluso su corazón. Al fin y al cabo, dos estrellas diferentes pueden pertenecer a una misma constelación.
Ahora que he estado colocándome al día con las reseñas le ha tocado la hora a una historia que terminé en diciembre durante un viaje. Quiero agradecerles a la editorial ediciones Urano por el ejemplar y por confiar siempre en mí para recomendar novedades que muy satisfactoriamente llegan a Colombia. Cuando vi entre las novedades la probabilidad del unicornio sentí cierta curiosidad, esa rasquiña, comezón de todo lector cuando una cubierta más el titulo te captura e inmediatamente buscas la sinopsis para tener cierta idea de cómo girará el entorno. Sinceramente el titulo me dejaba pensativa, quería y necesitaba leerlo para descubrir la razón de porqué se llamaba así. Ya leído, devorado y con ganas de hablar con ustedes de él les contaré lo que sentí al finalizar la novela escrita por Castro.

Tanto Vera como Ben me sorprendieron mediante la lectura. Ella se inclina más a ser el tipo que coloca mil máscaras sobre su verdadero rostro para que nadie pueda leerla, mientras Ben es un chico que, sin máscaras, es complejo de leer. Los dos tuvieron una gran evolución, Vera pasó de ser una adolescente consumida en su propia desesperación por salir del pueblo, que, además, me hacía jalarme los cabellos por su agobio, a ser una chica capaz de alzar la voz y ser justa. Paralelamente, Ben quien vivió toda su vida a base de los números y siendo su coeficiente tan elevado para entender los chistes o las ironías de los demás se convierte al conocerla a ella en un chico que busca equilibrar su intelectualidad con el entorno que lo rodea. A mí el chico me ha parecido un encanto, realmente me brotaba miel cuando lo leía, e irónicamente al tener el coeficiente más alto es el más ingenuo del pueblo. Por ello la relación entre los protagonistas me dio un agridulce sabor de boca, ya que el contraste entre Vera y Ben los convierte en una explosividad de entretención pura.



-¿Qué pasa? -le preguntó Vera. -¿Qué pasa? -repitió él arrugando la frente. -Me has mirado y luego has puesto cara de enfado. -Es cierto -contestó Ben, dejando a Vera aturdida.
-¿Y bien? ¿Qué problema hay? -Me parece que estás muy guapa. 
Ben no la miró, aceleró un poco y cambió de marcha. Esta vez era Vera quien lo observaba y se permitió dejar escapar una sonrisa a sabiendas de que él no la descubriría.
-¿Y eso es algo malo? -le preguntó desenfadada.
-Podría terminar siéndolo. 
En relación con Vera no estoy muy segura de cómo expresar lo que siento por su personaje, porque a diferencia de Ben, no me ha encantado del todo. Es decir, estoy de acuerdo en muchas de sus decisiones, me gusta la actitud que toma a veces, pero no he podido allegarme a ella. Siempre me es importante sentir una conexión con los protagonistas y tristemente no me ocurrió con la Neoyorquina. Ligado al tema de Vera quiero comentar sobre la razón por la cual se la llevaron tan lejos para que se reivindicara o aceptara su error, y es que, durante todo el libro quise saber sobre su pasado porque me esperaba una noticia bomba, de esas noticias que se te salen los ojos sin más. En mí opinión ha sido una tontería que le echaran el mal a la chica, aunque no niego que enviarla hasta el pueblo de Alabama le sirvió demasiado para cambiar aspectos de su personalidad -aunque no su esencia- y pudiese también aliviar la presión de aquella experiencia.    

Los personajes secundarios no se quedan atrás en la historia, conocemos a una estupenda pareja que cobija a Vera llegando al pueblo. Los Kimmel; Ellen y Thomas me han dado un sabor dulce y esa sensación de querer su protección también. Alguien a quien le tomé tanto cariño además de estos anteriores fue a Ally, la chica que más estará cerca de Vera. Su personalidad arrolladora es electrizante, no dejas de reírte o pasar un grato agradable junto a ella, y, asimismo, tenemos otros chicos a los que Vera les toma afecto. Me hubiese gustado (y aquí salto a la última parte del libro) para decir lo tan necesitada que estuve de querer saber más sobre el desenlace de cada uno de estos personajes. Me gustaron tanto que quise un final mejor para todos ellos.

-De acuerdo. Entonces, déjame simplemente estar contigo. Déjame ser tu amigo o el chico que beses en Abbeville. Déjame vivir contigo cada instante como si fuera el último, lo que dijimos que haríamos.

Hay escenas para el deleite en la probabilidad del unicornio. Así como nos enternecemos con las respuestas enternecedoras de Ben, esos caramelos que siempre lleva consigo, el lazo entre los protagonistas o la valentía de Vera para afrontar los percances que se le presentan, son una de las tantas cosas que encontrarás al leer la historia. Para ser sincera no ha sido de las mejores que he leído, no puedo decir que está entre las mejores del 2017, pero si me he llevado grandes aspectos importantes como esa motivación de nunca tirar la toalla, aunque se sienta como si ya nada tuviese arreglo. La novela toca temas interesantes, temas que también le tocan a uno esa fibra sensible lectora. Además, que se encontrarán con un personaje digno de cuidar, proteger y de caer enamorados (ah… pero no es Ben)


¿Qué me hubiese gustado cambiar del libro? Más que cambiar yo me hubiese inclinado por ver ese nudo (que uno siempre espera ser caótico) marcarse más, siento que todo se soluciona demasiado rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya tienes la respuesta a ese nudo que uno espera sufrir más. Y, para finalizar, hablaré sobre la pluma de Elena Castillo Castro porque esta es la primera vez que leo su escritura. Debo decir que no es compleja, es fresca, entretenida y le da un toque especial siempre al libro. No veo la hora de poder leer otra de sus historias ¿y ustedes?  


¡CALIFICACIÓN! 

3.9/5




1 comentario:

  1. ¡Hola! Yo también encontré algunos de los fallitos que mencionas y me pareció un libro entretenido pero del que esperaba un poquito más. Un besote :)

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