23 otoños antes de ti - Alice Kellen

★★★★★

AÑO DE PUBLICACIÓN:2017

#2 (Serie volver a ti)

EDITORIAL: Titania

PÁGINAS:  288 páginas.

TEMÁTICAS: Romántica, New adult.

SINOPSIS: Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. O al menos eso fue lo que Harriet Gibson pensó tras conseguir casarse allí con Luke Evans, el primer desconocido que se cruzó en su camino. Esos papeles matrimoniales eran todo lo que necesitaba para cobrar la herencia de su padre.
Sin embargo, todo se complica cuando, dos años después, él da con su paradero y llega sin avisar al pequeño pueblo donde ella vive. Luke es testarudo y tiene la firme intención de conseguir el divorcio, pero Harriet no tarda en advertir que también es descarado, sexi y divertido; algo que termina siendo un camino tentador pero lleno de problemas. ¿Qué hacer cuando tu corazón toma la dirección equivocada?
«A veces, un lugar perdido en medio del mapa puede ser el detonante para encontrarse a uno mismo».

Estoy entusiasmada por hacer esta reseña. Desde el lanzamiento en España he esperado que ediciones Urano trajera a Colombia la segunda parte de esta maravillosa serie: volver a ti. Alice Kellen siempre se ha destacado por ser una autora con una pluma fantástica y llamativa. Además, sus historias, aunque contengan cierto cliché, nos trae algo nuevo para afianzarnos a ellos e introducirnos de lleno en los personajes y el rumbo de la historia. Para la feria del libro una de mis principales razones por ir fue encontrarme allí esta maravilla de libro, así después podría introducirme placenteramente en la cama alrededor de mis cobijas hasta transportarme a cada una de las páginas. Tenía las expectativas de 23 otoños rozando la capa de ozono, y una vez lo finalicé quedé flotando en el espacio con una deliberada sonrisa en los labios acompañado de ese crujir satisfactorio en mi corazón por la historia.

En 33 razones para volver a verte tuvimos apenas unos trazos de lo que nos esperaría la trama entre Luke y esa desconocida tan nombrada. Sabíamos que al ir a las vegas su objetivo era encontrarla de nuevo para pedir el tan singular divorcio, el cual, hace tiempo atrás firmó el acta de matrimonio en una noche de copas (ya sabemos el dicho de que todo puede pasar en las vegas). Sin embargo, nunca llegó. Ahora, faltando cinco meses para cumplir los dos años Luke encuentra el paradero de la joven y en una rutinaria mañana se presenta en la puerta de su local para concluir con todo de una vez.

En este segundo libro conocemos a profundidad la vida de Harriet Gibson, una joven que desde su infancia la vida le trajo prejuicios y des fortunios. Algo singular que suele suceder con esta serie es el modo introductorio en la vida de los personajes. Alice Kellen redacta una serie de escenas cortas que nos resume el pasado para así esclarecernos con las situaciones que ocurren en el presente. Harriet fue una chiquilla cuya infancia se limitó a pisarle los talones a su alcohólico padre. Sin una madre solo podía satisfacer las normas del hombre que era propietario de la casa. Vivía la mayor parte del tiempo en soledad, recolectando las mejores hojas que caían de los árboles para introducirlos en pequeños tarros, introduciendo así su lastimero corazón. A pesar de todo, Harriet contaba con su mejor amiga Angie, quienes desde muy chicas fueron inseparables hasta el día de hoy.

"No soy ni una milésima parte de todo lo que tú mereces tener. Y sé que lo tendrás algún día. -Respiró contra su pelo y apretó los dientes ante la idea de ver a Harriet entre los brazos de otro hombre-. Serás feliz. Mereces ser muy feliz. Si el mundo estuviese lleno de personas como tú, sería un lugar mucho mejor. Justo. Humilde. Perfecto."

Ya de grande Harriet desea reclamar la herencia de su padre para montar su soñada repostería, aun así, no podrá hacerlo hasta cumplir con el último legado que estaba escrito en el testamento: casarse. Harriet necesita a toda costa el dinero o sino nunca podría cumplir su sueño de toda una vida. Así pues, junto a Angie viajan a las Vegas con el fin de encontrar a un idiota capaz de contraer matrimonio. Ella solo necesita dos años casada, luego de los dos años ese dinero ya no pasaría al ayuntamiento y sería totalmente suyo. Nunca contó con que cinco meses antes de los dos años, Luke encontraría su pequeño paradero para acabar todo de una vez.

Este libro me recordó un poco a las películas que llevan un trato como núcleo principal. Me recuerda un poco a la propuesta sin ser realmente parecidas. Supongo que el aire semejante a llegar a un trato o el espacio en el cual se desarrolla la historia, siendo un pueblo alejado de las ciudades más urbanizadas y llamativas, me rememoran a esas tramas. Yo desde el minuto uno me encontraba necesitando saber más acerca de Luke y Harriet, sobre todo porque nuestro personaje masculino se había convertido de entre mis favoritos en la primera entrega de la serie. Luke siempre ha tenido ciertas cualidades llamativas y atractivas, de esas que sabes que sin duda su personaje te atraería como un imán cueste lo que cueste. Quizá por aquella razón me encontraba al rebozo de expectativas. En todo caso, se cumplieron totalmente.

Harriet vive en un pequeño pueblo. Allí no hay realmente nada por hacer, pero ese singular aporte para el libro y que fuese allí donde se desarrollaba el 90% de la trama lo hacía ser jocoso, atrayente. Luego, nos tropezamos con el hecho de que Luke al ser un ciudadano de San Francisco y deba enfrentarse a un pueblo diminuto como este convertirá la situación en algo descarrilado para soltar en risas. Es que, volver a recordarlo me saca pequeñas sonrisitas automáticas. Pero vayamos por puntos. Los personajes en su totalidad me encantaron. Podremos retomar algunos anteriores como nuestro singular grupo de amigos; Mike, Rachel y Jason. Conoceremos el futuro de los protagonistas del primer libro y cómo conviven felizmente ahora. Además, volveremos a reírnos cuando estos cuatro (incluyendo a Luke) conversen para sacarnos divertidos momentos los cuales extrañamos todos los lectores de esta serie al ser publicado el primero.

Falta volverlo a decir para dejárselos una vez más claro, y es que Luke de cualquier forma y de cualquier humor me encanta. En 33 razones para volver a verte, deseaba con total ansías introducirme en su personaje, conocerle esos defectos y esas virtudes que tan característicamente lo conforman. Podríamos afirmar que nuestro masculino personaje tiene ciertos tópicos, sin embargo, no se salen de lo usual y rutinario que muchos autores implantan en ellos. Por ejemplo, su vida tuvo bajas y altas. En el pasado toda su vida se ha enfocado en el futbol, la pasión del Luke por ese deporte le llenaba y le satisfacía. No obstante, ocurre algo, entre una cosa y otra, San Francisco para él ya no parece su hogar. Además, está el hecho de que debe encontrar a toda costa a la chica con la cual contrajo matrimonio y eso de cierta forma le da un empujón para aventurarse, despejar la mente y desenfocarse en la ruleta problemática de su vida.

Luke me enamoró de lleno, me enamoró de un golpe seco. Tiene defectos, por supuesto, pero, además, en la mayoría Luke simplemente es una persona que necesita saber quién es y encontrar ese motor para encontrarle un color a su vida. Cuando llega donde Harriet descubrirá ese faltante y aunque al principio no quiera admitir la realidad, finalmente terminará por rendirse ante ella. Lo que me encanta también es su actitud. Llega siempre con un aire irónico, forzudo, receloso, pedante. Aunque, además de caracterizarse por refunfuñar cada dos por tres, cuando abre la poca para soltar un comentario simplemente te hace reírte y decir: ay, ese es Luke.

Me gusta su proceso de cambio, de descubrirse y abrir los ojos para conocer el mundo desde otra perspectiva. Por otro lado, tenemos a Harriet. Ya pude comentarles un poco de lo que fue su vida. Pero Harriet vivió también peores cosas, tuvo que despedirse del amor, despedirse de lo que alguna vez tuvo dentro de ella y despedir una parte de su alma. Harriet nunca tuvo las cosas tan fáciles, incluso en el presente, la repostería le deja con pocos ingresos, así que debe trabajar en el pub de Jamie; el novio desde hace cinco años de Angie. Los tres han vivido como uña y mugre, cada uno se encuentra entregado al otro, pero, aun así, Harriet siente que algo falta en su vida. 

"Cuando te miro lo encuentro todo, Luke"

Cuando aparece Luke su mundo se viene abajo hasta llenarse de temor. Divorciarse no estaba entre sus planes porque si así fuese el dinero que invirtió en su local se vendría abajo hasta devolver cada céntimo. Al llegar a un acuerdo, ahí veremos esa transición entre los dos y lo que poco a poco fan forjando. El uno encuentra en el otro lo faltante. Me falta el aire en el cuerpo recordando todas las escenas entre estos dos. Simplemente la historia romántica te hace subirte y bajarte como un columpio, meciéndote, a veces muy rápido y otras muy lento, pero a la final de todo, la travesía concluye introduciéndote abejorros en tu estómago.

Algo particular son los apodos. Mike a Rachel le decía pecosa, y Luke a Harriet le llama abejita. Son detalles pequeños pero significantes, esos detalles que al leerlos te sacan una sonrisa junto a un tierno: owww. Nuestros personajes tendrán que experimentar mil sensaciones, mil emociones como una corriente de ventisca; fuerte, rápida y difícil de deshacer. Otro pequeño aporte es la relación afectuosa entre Angie y Harriet. De esto he querido hablar desde el comienzo porque me parece un aporte muy importante, recalcable. Las amistades en los libros no se ven tan constantes, tal vez, puede que mil historias contengan lazos de amistad que se quedan allí, en ese círculo cerrado. Pero entre Angie y Harriet hay más. Son tan distintas, de temperamentos contrarios, aun así, allí están la una por la otra. Más que amigas son hermanas. Me encandila el modo en que la autora forja esa amistas de hierro a toda costa y nunca la péndula. Esos pequeños gestos tiernos como los anillos que Angie le entrega a Harriet a modo de fortaleza estremecían mi frágil corazón.

"Deja de insultarte a ti misma. Es normal que pensases así, Harriet. Tu padre lleva años convenciéndote de que tu único proposito en la vida es precisamente eso: encontrar un marido y cuidar de él. Y no es cierto. Tú vales mucho más. No necesitas que ningún otro hombre te ponga un anillo en el dedo -aseguró-. De hecho, espera. -Se quitó una de sus múltiples sortijas de plata que llevaba-. Dame la mano. Yo Angie Flaning, te doy este anillo Harriet Gibson, como símbolo de nuestra amistad. Porque te quiero. Y porque estoy orgullosa de ti. Prometo que, de ahora en adelante, cada vez que considere que das un paso hacía delante, te regalaré un anillo. Hoy eres la chica más valiente que conozco"  

La historia tiene pocas fallas. Si me detengo a pensarlo, no le encuentro realmente alguna. Es una historia que, si bien tiene tópicos, la autora fácilmente toma esas trivialidades para transformarlos en únicos. Es una historia para aquellos que aman el amor, pero no consta de un instalove, de la cual muchas veces nos aburren hasta desear cerrar el libro y dejarlo a medias. La historia romántica de Luke y Harriet lleva un ritmo pausado, real, maduro. 23 otoños antes de ti además de abastecerse en romance, puede enseñarnos que los sueños se cumplen, que podemos llegar a las metas, podemos equivocarnos, pero también podemos aprender a pedir perdón y a que nos perdonen.

"-¿cómo es enamorarse?-Es como encontrar en los ojos de la otra persona la mejor versión de ti mismo"

Podría volver a leer el libro en incontables ocasiones hasta aprenderme los diálogos. Mi personalidad y mi gusto les grita implorando que le den una oportunidad a la historia. Ya deseo con gusto profundizar esta vez en la historia de Jason, la última parte de la serie.    

¡CALIFICACIÓN! 

5/5